"Probablemente soy la única persona que conozco que piensa que comprar comida es tan divertido como comprar ropa. Tú pensarías lo mismo si vivieras en un país donde no hay ni una prenda de tu talla." Juli & Julia
Me imagino, que uno de los tesoros mejor guardados que poseo, son mis recuerdos... Sé que no se debe vivir de ellos, pero en mi caso, es obligatorio, porque eso hace que esté más cerca de mi padre...
Cuando estoy triste, cuando el día está gris, cuando me levanto con el pie izquierdo y hasta cuando se me cruza un gato negro, me siento protegida y acompañada por él. En los momentos más felices de mi vida, también lo siento a mi lado, y eso es algo que necesito tanto como respirar...Es mi ángel, ya lo sabéis...
Luego están los recuerdos de mi infancia, aquellos en los que siempre aparece mi hermana. Juegos, risas, peleas, guerras de zapatos, trastadas... Os podría contar mil travesuras distintas, y aun me guardaría unas pocas más...
Los recuerdos del colegio, con mis amigos, mis compañeros de clase. A algunos aun les sigo la pista, a otros me encantaría seguirla, pero por desgracia les he perdido los pasos hace tiempo... Mi mejor amiga, bufff sé de ella, pero hace tantos años que no la veo, que si me la encontrara por la calle no se si la conocería... por desgracia no vive en mi ciudad, y los caminos de cada una se han distanciado hace mucho tiempo, sin embargo, ella sigue ocupando un espacio en mi corazón...
Recuerdos de Instituto, parecidos a los del colegio, pero otros amigos, más recientes, y muchos siguen ahí, a mi lado, en mi día a día, y me encanta tenerlos, no quiero perderlos nunca!!! Mis amigas... el grupito de las rebeldes sin causa, (Que le vamos a hacer?), las mañanitas en el campito tomando el sol, esas latadas a clase... y los primeros amores... Aissxxx
Ese es otro de los recuerdos de nuestra vida no? El primer amor, el que nunca se olvida. Mi madre dice siempre "Primer amor, primer dolor!" y en cierto modo es así... A esa edad te haces una idea de lo que es la otra persona que solo está en tu cabeza, te prometen el oro y el moro, y tú te dejas querer por esos sueños de adolescente con las hormonas en ebullición. Y con el paso de los años, te das cuenta que lo que añoras de aquella historia, no es al primer amor, si no al primer amor creado por ti en tú propia mente, el cual dista mucho del que fue en realidad...
Recuerdos del primer trabajo, el primer jefe, el primer cambio de vida, ese primer Beso!!!. Recuerdos tristes, alegres, feos, divertidos... pero cada uno de ellos es una pieza más del rompecabezas de nuestra vida...
Mi abuela, se murió sin recuerdos. Que triste! Pensaréis... El día que mi padre se fue al cielo, a ella se le borraron todos. Yo creo que los dejó ir, los soltó al viento, y se negó a conservar un solo recuerdo sin su hijo al lado. Los médicos decían que era Alzeimer, Demencia senil, y no se cuantas cosas más... pero yo se que no es así, que ella amaba demasiado a su pequeño, y desde entonces solo hablaba de recuerdos de él...
Cuando yo entraba por la puerta me decía:
-Y tú padre? (Ella le llamaba por el nombre)
Yo la miraba, y se me partía el alma. Yo veía esos ojos iluminados, esperando la llegada de su hijo, y que iba a hacer?
-Esta trabajando abu... (Abu, así la llamaba yo a mi abueliña...)
-No está aparcando el coche?
-No abuela, está en el trabajo.
-Ah bueno, entonces aun tarda. Como trabaja este chaval!!!
Y se quedaba callada mirando por la ventana, hasta que le volviera el recuerdo y necesitara preguntar por él de nuevo...
Yo creo que llegó el día en que se cansó de las preguntas, y dejó de hablar. Solo nos miraba con los ojos tristes, buscaba entre nosotros ese recuerdo del que ya no podía ver, y entonces, de vez en cuando le caía alguna lágrima...
Mi abuela decidió que no podía vivir solo con el recuerdo de su hijo. Ella fue madura, y entendió que no era bueno vivir así, al menos no para ella. Así que al cabo de unos meses, dejó todas sus cosas personales, a sus seres queridos, y se fue en busca del único recuerdo que le latía en el corazón.
Yo se que ella ahora ya nos recuerda a todos, que sabe nuestros nombres, y que nos mira desde el cielo, desde la misma ventana que nos mira mi padre, su hijo adorado.. Yo se que ella, ahora es una mujer feliz, está llena de alegría, y el resplandor de su sonrisa nos alcanza cada vez que brilla el sol. Ella nos dio la lección de amor más grande del mundo, nos enseñó lo importantes que son los recuerdos, y nos explicó que mientras recuerdes a alguien, ese alguien siempre te acompañará, de un modo u otro así es...
Yo tengo una cajita llena de ellos en mi mesilla, allí los guardo todos para que no se pierdan nunca, y por las noches, se escabullen entre mis sueños para darle realidad a todos ellos...
Que tiernas son las historias contadas con el corazón...¡precioso!
ResponderEliminarGracias Linda! Me imagino que cuando el corazón habla no hay posibilidad de mentir o fantasear, y esa transparencia se nota verdad? Un besazo guapa!
EliminarSi lo es, si.
ResponderEliminarGracias Lidia!!! :-))
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