jueves, 1 de septiembre de 2011

Sian Ka'an Lugar donde nace el cielo...


Sian Ka'an: Lugar donde nace el cielo.
No puedes visitar México sin visitar la Reserva de la Biosfera de Sian Ka'an, declarado patrimonio de la Humanidad desde 1987. 
Hace solo seis días que estuve en este maravilloso lugar, decir que allí podéis encontrar la paz y la armonía necesaria para conectar con la naturaleza no es una exageración, si no que creo que aun me quedo corta en mi descripción de uno de los lugares que más me han gustado de Riviera Maya.


Este lugar esta protegido, ya que tiene la segunda barrera coralina más grande del mundo, además de miles de especies de animales protegidas y en peligro de extinción. Delfines, Tortugas, Pumas, Corales, y unas 350 especies de aves migratorias y residentes. Cuenta también con unas 1.048 especies de flora entre las que se encuentran Helechos, Algas marines, y Mangle rojo entre otros...276 crustáceos y una impresionante cantidad de insectos.
Para llegar al "lugar soñado", al menos por mi, alquilamos unos Jeeps con los que cruzamos por medio de la selva desde Tulum. Fueron unas dos horas de carretera sin asfaltar, baches y piedras, que hacen la ruta en Jeep en una aventura por el medio de la naturaleza. Es importante llevar ruedas de repuesto, y lo digo porque en nuestro grupo pincharon dos Jeeps distintos al final del día. Esto también se debe a que uno se emociona y hace de la excursión una aventura, metiéndose en todos los charcos, y tratando de hacer el recorrido de una forma divertida pero sin ningún tipo de peligro. 


El trayecto finaliza en un embarcadero muy pequeño. Chicas aquí se hace "Pis" de campo!!! No hagáis como la que escribe, que en medio de la selva, cuando los guías nos mandaron parar los Jepps para hacer unas fotos y hacer "Pipí", yo toda llena de razón le digo a mi amiga Gloria:
-Vienes a hacer "Pis"? 
-Si yo también voy...
Y le digo al guía, que por cierto era un encanto, Sho, se llama el chico por si a alguien le coincide con él alguna vez... Le digo...
-Mira y el baño?
Se me queda mirando el tío con cara de circunstancia y me suelta:
-Los chicos a la derecha y las chicas a la izquierda.
Señalando un camino a cada lado...
-Y no tiréis papeles al suelo señoritas, que estamos en un lugar protegido!
No por diosss!!! A ver que yo vengo de la Galicia Rural, y mear de campo es que te enseñan según naces, pero al decirnos que podíamos ir al baño pues...
Me quedo mirando a Gloria con cara de circunstancia y ella me dice:
-Yo aguanto.
Así que si ella aguantaba yo también, a pesar de los baches que me recordaban que mi aguante no era tan autentico como yo pensaba.
Cuando llegamos al embarcadero, nos volvieron a recordar que podíamos volver al baño, y ahí esperé a que otras preguntaran primero, que si no el guía ya se iba a acordar de mi de por vida. Allí teníamos una especie de cabañita, con una especie de cubo para hacer "Pipí", y miré a Gloria, y ella me miró a mi, y no hicieron falta palabras, porque la decisión de esperar hasta la hora de la comida era inamovible!
Nos montamos en las lanchas en grupos de seis, nosotros eramos cuatro, Oscar, Gloria, Juan, y yo, y nos metieron a una pareja de Portugueses con nosotros. 
Pegaba el sol, que nos derretía las ideas, la crema solar de factor cincuenta bajaba y rotaba cada dos minutos entre nosotros, y los Portugueses más blancos que el papel, no sacaron la crema ni en una ocasión. Yo no se como dormirían esa noche, pero me da que calentitos, y no precisamente por el calentón entre ellos!!...


El barquero, nos llevó hasta un lugar en el que paró para enseñarnos las tortugas gigantes, ahí estuvimos sacando fotos cada vez que estas subían a respirar. Después fuimos hasta otra zona donde estaban los delfines, que además tuvimos suerte porque apareció una parejita con un bebé delfín y estuvieron jugueteando entre ellos mientras nosotros tratábamos de hacer la mejor foto. Es más fácil a las tortugas eh, se mueven menos, o más lentas, parece que de paran a posar a la cámara...


Seguimos el paseo por la Laguna negra, hábitat de Cocodrilos, y diferentes especies de aves e insectos. Aquí las aguas se tiñen de un color pajizo, debido a los manglares, un paisaje muy bonito y bastante atípico.
Nuestro barquero era genial, porque se ponía a cantarle a las aves, y ellas le contestaban. Si cerrabas los ojos, os juro que no sabría distinguir al barquero del ave, y ahí se pasaron un buen rato hablando entre ellos... Hasta mi amiga Gloria, en un momento dado, le preguntó al hombre de que narices cotorreaban, pero este se limitó a reír... Seguro que chismorreaban de nosotros!!...jajajajaja
De aquí fuimos a la isla de los pájaros, donde nos esperaban unas mujeres lugareñas con un picoteo y bebida fresca preparadas por ellas. Aprovechamos, aquí sí, para ir al baño, y refrescarnos un poco, para volver a las barcas mientras ellas se quedaban preparándonos la comida. En esta ocasión fuimos directos a la Barrera de Coral. Donde nos bañamos, equipados por aletas, gafas y tubos para hacer snorkel, y ver la belleza de los corales y de las especies marinas que habitan esas zonas. Vimos peces espectaculares, con un colorido impresionante, había rayas gigantes, y a cada lado que mirábamos nos quedabamos más y más estupefactos... Sin duda, una de las bellezas más grandes de nuestro planeta!!! Me alegro que protejan lugares así, porque son los que sostienen nuestro planeta sin duda...


Allí estuvimos una media hora, bañandonos en el cálido Caribe y recreándonos con tanta maravilla, hasta que el Barquero y el guía nos mandaron subir a las barcas para partir hacia una playa de arena blanquisima en la isla. Sabeis la típica playa de las postales o agencias de viajes anunciando el Caribe? Pues era esta!!! Allí nos bajamos de nuevo a hacernos fotos, los guías nos dejaron unos sombreros Mexicanos, para gritar mientras disparaban las cámaras: Viva México!! Y ahí quedan esas instantáneas para el recuerdo!!.
De ahí, volvimos a la isla, y ya nos tenían la comida preparada. Un buffet de numerosas delicias Mexicanas, todo buenisimo, y se notaba que era comida casera, de la rica. Bebimos, comimos, nos refrescamos, y hasta tomamos unas rodajas de sandía de las más buenas que he probado en mi vida... 
Pero nada de descansar eh! En cuando tragamos el último bocado, Sho, ya nos estaba llamando para ir a dar un paseo por el pueblo.
Este pueblo de punta Allen, constará de unas cuatro calles no más. Y hace como cuatro años, según nos explicó Sho que cuentan con electricidad, y ahora están empezando a tener televisión. El paseo fue abrasador por el sol, pero gratificante en cuanto a lo que vimos, y a lo que aprendimos. Porque os tengo que decir, que somos unos privilegiados, y que asombra ver con que poco se conforman algunas personas en nuestro planeta, y lo felices que se ven al mismo tiempo. Ellos viven básicamente del mar, muchos de los barqueros que nos guían en esta excursión viven precisamente en ese pueblo, y sus miradas, y sus historias solo transmiten paz, tranquilidad y gratificación hacía los turistas que les ayudamos economicamente con nuestras visitas dándoles trabajo. 


El paseo finalizó al llegar al embarcadero del otro lado de la isla, donde volvimos a tomar nuestras barquitas hasta llegar a los Jeeps, para hacer el mismo camino del principio a la inversa y volvernos a nuestros respectivos hoteles, llevándonos con nosotros unas imagenes únicas, unas lecciones impagables, y con el sueño de regresar al "lugar donde nace el cielo" alguna vez...
Hasta pronto Sian Ka'an...