El otro día, pensando en el montadito para el concurso de Tito, me acordé del montadito tan especial que me hacía la abuela. Recuerdo perfectamente como cuando alguien me preguntaba que quería de merendar y les respondía que queso con manzana, me miraban como si yo fuera un extraterrestre por lo menos...
No se si a vosotros os pasará, pero yo recuerdo a mi abuela con sabores. Cuando la hecho en falta, me compro uno de los sabores de la abuela, y es como si ella estuviera aquí de nuevo.
Los días alegres la abuela sabía a Dalky de fresa, sabor único e inconfundible, y que nos sacaba una sonrisa nada más abrir la bolsa del super cuando ella llegaba a casa... Si nos portábamos bien, y hacíamos todo lo que la abuela nos pedía ese día, entonces sabía a chocolate del economato, de ese del gordo. Con una onza de ese chocolate nos tenía mordisqueando un buen rato, y nosotras eramos felices con los morros todos manchados...
También teníamos el día especialisimo en que la abuela sabía a ranita de chocolate! Eso significaba que se había dado un paseo rodeando el parque de los columpios, en el que seguramente nos había dejado jugar un ratito y para compensar había hecho una paradita en la famosa confitería Mariluz para comprarnos esas ranitas que comeríamos después de comer!! Ya no saben las ranitas igual, ni tan siquiera son tan perfectas como aquellas... así que este sabor es raro que lo rescate...
El día de los Torresmos era impresionante!! Eran esos días de frío y lluvia, en los que no se podía hacer nada y nos quedábamos en casa seleccionando las habas, el maíz, o escogiendo grelos para la cena mientras mirábamos la tele. Entonces la abuela aparecía en la sala oliendo a Torresmos riquisimos, con los que picoteabamos con un buen vaso de leche fría!!
La abuela a veces también sabía a patatas fritas con huevos fritos y chorizo!! mmmmm Por eso, con nueve meses cuando bebí lejía y tuvieron que hacerme un lavado de estómago, las monjas se escandalizaron al darme mis primeras comidas... Yo simplemente cerraba la boca fuertemente y lloraba, y entre perrencha y perrencha soltaba algo así como: -Pitas fitas mi ! - Que traducido al idioma de los mortales, por mi mami quería decir Patatas fritas para mi... Y las monjas decían: -Pero esta niña ya come patatas fritas? Y en ese momento podías ver a la abuela sonriendo tras la puerta...
Podría contaros a que sabía la abuela durante horas y horas... Y todos esos sabores siguen haciéndome sonreír a día de hoy... Lo mejor es que el Abuelo, siempre aportaba algo, y con un trozo de palo y su navaja solía tallarnos las mejores cucharas del mundo para tomar los yogures!! Aquellos si que eran tiempos felices... no teníamos ni idea de las complicaciones de la vida, o de lo que vale un peine, como se suele decir coloquialmente...
Desde hace unos días, y por un suceso inesperado en mi entorno, estoy con un poco de morriña... echando de menos a esos que me faltan y se me han quedado en el camino. A mi padre, que tengo siempre presente en mi día a día, y a mis dos abuelas, super distintas la una de la otra, pero igual de especiales para mi... Y de las dos conservo sabores... Por eso antes de leer bien la entrada de Tito, había preparado este montadito en honor a la abuela, y cuando lo comí me tuve que secar los dos lagrimones porque hacía una eternidad que no juntaba estos dos elementos en mi paladar por miedo a que me pillara la nostalgia... pero ya sabéis que hay días en los que somos nosotros los que corremos en busca de ella, porque simplemente necesitamos por unas cosas u otras tener un poco de morriña. Así que la manzana y el queso se volvieron a unir para formar este montadito tan especial....
Ingredientes:
-1 Manzana golden.
-1 Trozo de queso tipo Arzúa
-Miel
-Un par de nueces
-Pan
Cortamos la manzana en rodajas y ponemos el queso encima. (Esto ya sería tal cual el bocado ideal que me daría la abuela...) Pero para el montadito añadiremos un chorrito de miel con unas nueces encima, y disfrutaremos con un trocito de pan de aldea...
Que bonito Marta, no sabes la de recuerdos que me has despertado, yo también extraño muchas cosas de mi infancia, y los platos que preparaba mi abuelo. Una entrada preciosa, de veras.
ResponderEliminarAhhh y el montadito estoy segura de que esta delicioso
Besos guapa
Según vamos cumpliendo años, y nos van pasando cosas, o vemos creciendo más y más como personas añoramos a los que nos faltan, recordamos recuerdos del pasado y miramos a la infancia con ojos de Wendy... Lo cierto es que no es tan malo crecer, pero de vez en cuando mirar con cariño hacia lo que nos trajo hasta aquí es muy bonito! Un besazo María!!! Muacckkk
EliminarUn post precioso Martiña como un pkato nos evoca tantos y tan buenos recuerdos ,sera cosa de la lluvia pero yo tambien lkevo unos dias con morriña.
ResponderEliminarTomo nota nunca comi queso con manzana ,miel y nueces y mañana sera mi merienda.
Te ha quedado un montadito de lujo,muxa suerte en el concurso.
Bicos mil y feliz finde potita miaa.
Me imagino que será el tiempo Chus, necesitamos un poco de sol para vitaminarnos y salir a respirar de entre las cuatro paredes en las que nos alojamos durante todo este periodo de lluvia verdad? Bikos lindaaa
EliminarQue entrada más bonita, muy tierna. Buen finde.
ResponderEliminarMuchas gracias guapa! ;-)
EliminarLas transiciones de estación suelen llevar esto, un poco de morriña hasta que sin darnos cuenta volvemos a disfrutar del día a día. Me ha encantado la entrada de hoy, y no sólo el montadito, que tendría que ser premiado, sino porqué tiene historia, bonita y feliz y aunque la protagonista ya no esté presente ha dejado un estela imborrable.
ResponderEliminarUn gran abrazo, preciosa
Ánimo!!!
Besitos
Todas las personas que pasan por nuestras vidan dejando un rastro de cariño marcan estrellas imborrables en nuestro universo particular... Y sí Caty el tiempo este nos tiene aburridisimos a todos, a ver si cambia!!! Bicos mi lindaaa
EliminarHola!
ResponderEliminarAnotada esta deliciosa receta. Me gusta la combinación del montadito.
Saludos!
Muchas gracias guapa!!! Bikosss ;-)
EliminarMarta, este montadito de la abuela es una delicia, y que siempre ha existido y existirá, las cosas buenas y de siempre no desaparecerán nunca. Me ha encantado tu blog, creo que no había entrado nunca, pero soy muy despistada, de todas formas si que me gusta...un beso
ResponderEliminarYo también soy bastante despistada, y encima con el poco tiempo que tenemos no me extraña que perdamos de ver blogs amigos entre mil cosas más! Te mando un beso guapetona! Muacckkk
EliminarYo también tengo asociadas a mis abuelas a distintos sabores, olores e, incluso, colores.
ResponderEliminarMi abuela materna siempre con su leche condensada cocida el frigo, sus polos de casera de naranja en el congelador, sus caramelos de violeta en la bombonera sobre la cómoda de su cuarto... le encantaban las violetas, ella olía a ellas y llevaba siempre encima alguna prenda de ese color. Y su leche frita, ummmm!!!
Y la paterna siempre con su trocito de pan reservado para comerlo después de comer junto con un plátano.
Cuantos recuerdos me has hecho recordar y qué bonitos todos ellos...
Por cierto, tu montadito me parece riquísimo y de auténtico lujo.
Un besazo, guapísima